miércoles, octubre 19, 2005

Ideas..

Ideas, ejercicio para llegar a la idea de mi novela...

Otra vez ella. A últimas fechas es ella.
No se exactamente como o con que me atrapo. ¿sus ojos, su boca, su cabello, su cuerpo? ¿su forma de ser? ¿su concepción de Nietzsche? ¿ o todos los vasos comunicantes? Aún no me he podido responder.
Me siento como Pig, el personaje Diablo Guardián; la novela de Xavier Velasco con la que ganó el Alfaguara 2003 a mejor novela. Pero también me siento Andrés, el personaje de Qliphoth, novela del amigo y guía Pedro Ángel Palou García. Creo mi vida es una novela, o las novelas son mi vida.
Hay una frase que dice que a cada hombre nos tocan diez mujeres, para al fin llegar a la que será nuestra acompañante por el resto de nuestras vidas. Yo ya llevó cinco, voy por menos. Pero será entonces que a mi siempre me tocaran mujeres con la personalidad de Violetta o de Mónica o una Beatriz. Tiene poco que leí a Kundera, que leí la Insoportable Levedad del Ser, me atrapó enormemente, aún no digiero su fuerza, ni el impacto pro completo que dio en mi vida, sólo puedo decir que si mis relaciones se comparan con una de las ahí narradas mi vida ha tenido una sola Sabina y yo soy un mujeriego lírico. Contradicción enorme, porque Tomás nunca sería el lírico. Él tenía la idea de que una cosa es sexo y la otra es amor. Amaba a Teresa, pero cogía con Sabina. Creo entonces que yo siempre he sido una Teresa, tres de mis principales mujeres me querían pero no lo hacían conmigo, es que yo era distinto a los demás decía una de ellas. En fin.
Ya es de noche, debo de alejarme de la computadora, mi primer vicio. El Internet es un monstruo que me comió la voluntad. La tecnología me trago mi autonomía. Soy un esclavo de lo tecnológico, pero también de los libros y el vino. Me voy. Ya me cansé. A mi cuerpo le gana el peso, la levedad se la llevó ella, la actual Beatriz.

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