martes, junio 26, 2012

La eventual extraordinaria (Diario Milenio/Opinión 25/06/12)


Esa mañana, el señor delegado debió levantarse con el pie derecho, y quizá con alguna erección mal atendida. Nadie imagina cuándo desgraciará su vida, ni creería que una debacle así puede ocurrir en pocos minutos (especialmente si esos minutos se le han ido como agua, merced a una ansiedad lo bastante impetuosa para desactivar cualquier alarma). O será que el poder hace inimaginable la desgracia, pero es verdad que el señor delegado recibió, desde la mera orilla del precipicio, una señal de alerta: “Oye, ¿que tienes una hija de mi edad?”, lo interrogó la empleada boquifloja, antes de sugerirle “quítate el cinturón” delante de una cámara escondida.
En la nómina de la delegación Tláhuac, Rubí Esmeralda Rojo aparece como eventual extraordinaria, condición que en teoría le significa un sueldo de dos mil pesos. “¡Te luces, eh!”, le solicita el señor delegado en un momento cumbre del video, luego de que Rubí le ha insistido en su urgencia de ser basificada. “No sé mucho...”, replica la eventual extraordinaria y se lanza a probar que sabe demasiado, para lo cual no hay más que ir adelante con la prestación. ¿O alguien duda que el aparato reproductor que Rubí Esmeralda tiene entre boca y manos corresponde a Rubén Escamilla Salinas, entonces delegado y hoy candidato a diputado local?
“Quisieron chantajearme”, se queja ya muy tarde el implicado. Reconoce que es él quien sale en el video tomado en su oficina, pero asimismo alude a un mero acto de adulterio, y la prueba es que ni con esos trámites logró Rubí Esmeralda que la basificaran como Dios manda. Vamos, que en circunstancias tan comprometidas el delegado-con-licencia supone que cualquiera en su lugar habría dado a la chica por basificada, con tal de que siguiese con la gestión en curso. Nada que un funcionario no pueda implementar en horas de oficina con cualquier eventual extraordinaria, ¿cierto? De ahí que, ya exhibido, el hombre se defienda declarando que espera que “esta situación” no perjudique su candidatura.
¿Es decir que aun después de la función —el video, varias veces censurado, ya se ha reproducido lo bastante para otorgarle el rango de celebridad porno— el político todavía considera la posibilidad de hacerse diputado y legislar en nombre de un partido de izquierda? ¿Cree poder evitar que se refieran a él como Dipuguagüis? Otros en su lugar estarían huyendo a las Antípodas, pero él cree que no vale la pena exagerar. Como quien dice, no hay que ser envidiosos. ¿Van a quitarle un hueso con todo y fuero nada más que por una mamadita?
Si me viera en lugar del candidato y hubiera de escoger el video que elegirán mis enemigos para probar que soy un impresentable, preferiría que me exhibieran recibiendo dinero. Sería un raterillo, como tantos, y con alguna suerte me quedaría intacto más de un botín. Pero ser destapado en estas circunstancias —aun si hubiese atenuantes e incluso acreditando la mala fe de la eventual extraordinaria— es condenarse a ir por la vida pretendiendo ignorar el rastro de codazos y murmullos que se deja detrás. Además de corrupto, cochino y abusivo, dirán, incluso y sobre todo quienes sólo conozcan el rumor. Un chisme destinado a exagerarse y crecer de relato en relato, a la par del desdén y la extrañeza contra los cuales no habrá fuero que valga.
“Siento feo”, se queja apenas Rubí Esmeralda, como para que al público le quede claro que hace lo que hace por necesidad. Posa para la cámara y habla para el micrófono, pero ni así se entera el cándido Rubén de que ya es el villano de la telenovela y enfrenta a una heroína de nombre compuesto cuyo pecado fue mirar hacia el futuro y soñarse felizmente basificada. A partir de este punto, yo como espectador puedo incluso entender que el villano compense sus servicios a costa del erario, pero no que la deje atragantarse de promesas falsas. Vamos, que si así trata a sus consentidas no quiero imaginarme cómo será que atienda a sus representados. ¿Les pedirá de pronto que se luzcan? De esas ideas absurdas que pasan por el coco del espectador no bien una heroína de nombre compuesto le saca del desván al caballero andante. ¿Quién dijo “siento feo”?
A unos días de su caída en desgracia, tal parece que el falso protector de Rubí Esmeralda se bate en retirada de la escena pública y se lanza a enfrentar el inminente juicio contra aquella eventual extraordinaria cuyo nombre ha quedado para siempre ligado al suyo. Una triste pareja tragicómica que bien podría llevar a la pantalla chica la historia de Los desbasificados (allí donde el poder, el placer y el dinero son meros eventuales extraordinarios).

lunes, junio 25, 2012

24 de Junio de 2012-Día 19 (Diario de espera)


El descanso y la paz, tuvieron lugar. Mis padres salieron a Atlixco, yo me quedé. Necesitaba paz, un día para mí solito en casa.

Terminé, por fin el libro de Felipe Soto Viterbo: Conspiración de las cosas. Buena novela, sostiene bien sus personajes, pero acelera su final, aunque si logra atraparte. Sin embargo, me gusta más su anterior novela Verloso, está mejor lograda.

Inmediatamente empecé con la nueva novela de Cristina Rivera Garza: El mal de la Taiga, de un jalón leí la mitad del libro. Ha regresado a su brevedad, por ende a una narrativa más impactante, más profunda. Atrapa y duele. Una novela de partidas y lejanías, algunas frases me remiten a Dulce y esa característica extraña que tiene de no poder permanecer inmóvil. 

23 de Junio de 2012-Día 18 (Diario de espera)


Nuevamente amaneció lluvioso y no daban ganas de mucho.

El movimiento en el museo fue mejor que los otros días de la semana. Al terminar el día, emprendí camino a la casa de mi madrina Licha, fue su cumpleaños. Casi estábamos todos. Antes de llegar, pase como casi siempre solía hacerlo con Dulce, a un wal-mart a comprar uno par de vinos. Disfruto comprar con ella vinos, pedir su opinión, caminar juntos por la tienda, detenernos a veces a ver otras cosas. Hoy lo hice solo.

Ya con mi madrina, el festejo de mi llegada fue como siempre muy ad hoc de ellos. Mi madrina preguntó por Dulce, no se acordó que anteriormente le había dicho de su estancia en USA. Es extraño verte solo, hasta tu ánimo es distinto, menos jovial.

El convivió como siempre estuvo acompañado de vino y de acaloradas discusiones sobre la situación política de hoy. Todo iba bien hasta que un tío, que en la práctica ya no lo es, dijo que no respetaba a los #YoSoy132 porque los jóvenes no piensas, seguro son manipulados por AMLO o alguien más. Me enojé, le dije que al decirlo me ofendía a mí, a su propio hijo y mis primos que están en esa edad. Todos me dieron la razón y mejor se lo llevaron a su casa.

Una noche agradable con todo y la discusión, siempre será parte de mi vida y la disfrutó. 

22 de Junio de 2012-Día 17 (Diario de espera)


Un día normal, pesado y sin poca gente en el museo, Friolento, lluvioso.

Puebla luce triste. Ni se antoja caminarla, parece más atractivo encerrarse en casa y no salir.

Un día donde los abrazos son más disfrutables, donde el calor corporal de Dulce se vuelve más reconfortador.

Un viernes que me anuncia que mi vida social se reduce a dos cosas: literatura y Dulce, al mismo nivel; aunque con su ausencia es más evidente que Dulce poblaba mayormente mis días.

Un día para visitar un café con Dulce, pero a falta de ello, se convirtió en un día para permanecer en casa y acobijarse con la calma y la espera.

21 de Junio de 2012-Día 16 (Diario de espera)


Hoy conocí por fin a Pedro Salmerón, gracias a la invitación que le hice para presentar su libro La división del Norte, sobre el ejército que comandó Pancho Villa. Un libro que desmitifica todo y da la justa dimensión a las cosas. Un libro que se ocupa de la Historia, no sólo la revisa, sino la argumenta y la enriquece.

Nuevamente la gente que asiste es poca, no puedo hacer mucho ante la falta de apoyo para la promoción. Sin embargo, el público asistente fue el interesado en el teme. Fue mi padrino Agustín, le gustó el tema. Me gusta que vaya.

Terminando el evento fuimos a cenar y compartir unas cervezas, por primera vez se nos unieron Paty, Karla, Emilio y Lalo. Todos se divirtieron y entraron en una interesante conversación sobre las verdades y mentiras históricas. Pedro y yo nos aliamos para hacer promoción al voto por AMLO entre ellos. Fue sumamente divertido.

Inclusive Dulce se hubiera divertido, Pedro es un tipo que cautiva con su conversación.

Una gran noche que terminó por afianzar una nueva amistad. Hemos quedado para varios proyectos. 

20 de Junio de 2012-Día 15 (Diario de espera)


El ombligo de la semana, así se llama Dulce a los miércoles. El corazón de la semana. El día más cordial de la semana. El día más grosero, sabemos que ya mero llega el viernes, pero se antoja lejano.

Un día extremadamente tranquilo. Amarrando los últimos detalles para la presentación de Alejandro Rosas en Puebla y de Cristina Rivera Garza. La semana que sigue será una semana agitada, divertida. Llena de amistades, de literatura; me gustaría que todos los días fueran así.

Por la tarde me encontré con uno de los presentadores que participaran en el evento y luego pasé a saludar a dos amigos: Carlos Alatriste y Felipe Lomelí, un re-encuentro siempre amerita una comida y una cerveza. Las preguntas obligadas: ¿y la novia? ¿la tesis?

Luego el volver a casa.