sábado, diciembre 16, 2006

Revuelta N° 5.



La revista Revuelta en su nuevo número presenta en su Dossier: Nueva Literatura de extremo Occidente, escriben sobre esto: Gustavo Guerrero: Nueva narrativa del extremo Occidente: la encrucijada de la recepción internacional; Andrés Neuman: Borges y el idioma de los extranjeros; Ignacio Padilla: Los funerales del Alcaraván (Reloaded).
La sección de Presente Perfecto ha sido dedicada a Carlos Monsiváis y se leen textos de Ignacio Sánchez Prado: Instrucciones para leer a Monsiváis; Carlos Pereda: Carlos Monsiváis y la consigna barroca; Ana del Sarto: Subjetividades en tensión en el discurso crítico de Monsiváis.
En Babel aparece Jorge Fernández Granados: Periplo de Poesía en Movimiento (19966-2006); Adrián Curiel Rivera: De carniceros y artistas: a propósito de Thomas de Quincey; Tomás Regalado: Carnaval de ensoñaciones: Sergio Pitol y la escritura de lo grotesco; Eugenio Bunimovich: Dos vertientes de la poesía post-soviética.
Presente continuo, la sección dedicada a las columnas presenta esta ocasión a Carlos Chimal: Ese loco propósito; Déborah Holtz: Sinergia 9/ 11; Ignacio Sánchez Prado: La vuelta al mundo en ocho autores.
En Poesía aparecen textos de Polina Barskova: Coordinación Y; Danila Davidov: Poemas y Vera Pavlova: Poemas.
El cómic de Orlando Larrondo: Nené Gravilis. Así como sus acostumbradas reseñas.
Estos textos y otros más podrá usted leerlos en la revista que seguramente ya encontrará en Profética o Sanborns.
La convocatoria para participar en el Concurso Nacional de Revuelta-Mont Blanc cierra hasta el 31 de diciembre del presente año. No olvide mandar sus textos y recuerde que va dirigido a escritores mexicanos no mayores a los treinta años. Los detalles de la convocatoria puede checarlos en: www.revistarevuelta.com

viernes, diciembre 15, 2006

Introspección XVII (a modo de poema).

Leer para satisfacer el alma, nutrir el cuerpo y alimentar la mente.
Leer para verte amándome como no podrás hacerlo en vida.
Leer para hacerte el amor de la forma más salvaje o romántica, según lo dicte el escritor.
Leer para olvidarte, olvidarme y olvidarnos.
Leer porque es mejor que caminar en un mundo en ruinas, un país sin rumbo y una humanidad vacía, sin fondo.
Escribir para enfrentar los miedos, enamorarme de mis fantasmas y hacerle el amor a mis sombras.
Escribir para no estar solo, si no para estar.
Escribir porque es lo único que se hacer, o medio hago bien.
Leer y escribir por búsqueda de algo o de alguien. Quizá intente hallarme en alguna página.
Leer y escribir. Escribir y leer. ¿Existe algo más?

Sí, tal vez hay algo más:
tu cuerpo,
tu voz,
tus inquisidoras preguntas,
tu curiosidad infantil,
tu eterna feminidad acompañada de una excéntrica ternura.
Tu lejanía y las imágenes que tengo de ti, cuando sueño o ando por la vida harto de estar acompañado de un palma impaciente de tanta espera.

Y sin embargo, sigo siendo intento
de poeta y amigo,
de admirador y crítico
de tus pasos y tus pronunciamientos.

Y tú, sigues siendo
la mujer que camina,
a prisa y sin atención
de lo que te rodea
y protege de alguna posible caída.

Aviso oportuno (versión desesperada XVIII).

Poeta contrata musa dispuesta a cooperar en todo lo necesario para la elaboración de un poemario.
Requisitos: ser hermosa, inteligente y segura de sí. Disponibilidad de tiempo y atreverse a cualquier cosa.
Enviar foto de cuerpo completo a: alfredogodinez_periodicaliteratura@hotmail.com
Anexar telefóno, dirección, gustos y demás cosas.

Así o más desesperado?...jaja. Favor de notar la necesidad y el exceso de soledad.

jueves, diciembre 14, 2006

Frases de otros.

Un certera frase para tener presente en la vida:

"Dime cuántos enemigos tienes y te diré cuán sólidas son tus convicciones".

El temperamento melancólico. Jorge Volpi

miércoles, diciembre 13, 2006

Cuento desesperado XVII

La noche tiene algo diferente, parece que hasta la luna me sonríe. Nunca había imaginada que me iba a volver a sentir así. Al menos, no desde la vez en que estuve con Lizbeth. Fue mágico, pero hoy, lo supera todo.

-Yo que soy un ateo, puedo afirmarte Rogelio, con absoluta certeza que Dios existe. Sí. Hoy estuve con él, fue una noche inolvidable, bah, que digo, insuperable. Ni la resurrección de Jesús en los anales de la historia se puede comparar con lo que me acaba de suceder.
- Otra vez con tus pendejadas. Pinche Roberto. Déjame adivinar, pudiste obtener la playboy donde sale Martha Higareda desnuda o se te hizo que se confirmará un concierto de Alizeé en el Auditorio Nacional. Porque conociéndote vas a salir con algo así. La otra vez dijiste exactamente lo mismo cuando las Chivas quedaron campeonas y cuando el Puebla hizo lo mismo, pero al día siguiente el Barza perdió y renegaste de Dios, ese en el que crees cada que se te hincha la suerte, la gana o lo que sea.
- No, esta vez, tienes que creerme. Es más, si esta vez te salgo con otra pendeja te invito a comer donde se le de la gana a tus pinches antojos de embarazado.
-Mmm…y ¿cómo chingados me lo piensas comprobar?
-Ah, para que veas que pienso en todo y te conozco y sabia que ibas a dudar está vez pase llave a mi puerta para que no se escape.
-No, definitivamente no. Estás más idiota de lo que creí. ¿Cómo esperas que Dios se quede ahí esperando a que regreses con tu pusilánime cuerpo? No mames. Dios, debe ser algo así como un mega mago, por aquí se aparece y cuando menos lo esperas te hace un pinche faena y así como lo viste, se larga. Hasta para inventar ya te estás volviendo pendejo. Y así querías se escritor.
-Mira, deja te explico. Es que se presentó de una forma diferente. O sea no fue una imagen ni nada. Es más ni me habló por el sueño como a Homero Simpson le pasó. A mí me beso y me hizo el amor.
-No, ahora sí debrayas a lo pendejo. Resulta que según tú, ahora Dios es puto. ¿Y qué te hizo el sexo oral más celestial del mundo, no?
-Pues sí, aunque no lo creas. En lugar de estigmatizarme como a la tarada de la película esa. A mí me aplico el Kamasutra entero.
-Bueno, a ver, nada más para reírme en tu cara de lo pendejo que eres. Anda, vamos, llévame a tu pinche cloaca.

Sabía que no me iba a creer, pero yo hablé con ella y le dije que no fuera mala onda. Que se esperara para que le presente a Rogelio mi mejor amigo y el más ateo de todos. Le juré que hasta los dos nos volvíamos creyentes si se dejaba ver ante Rogelio. Nada más falta que haya roto el pacto y seré el hazme reír del clan. Nada más de acordarme, ya me volví a excitar. Fue el mejor sexo de mi vida. Me tocó con una familiaridad que sentí que eran mis propias manos las que me tocaban, cuando en mis tiempos libres o de frió me masturbo pensando en Sophie, la tipa que más estúpido me trajo en la Universidad, pero que por miedo al rechazo jamás le hablé, y cuando lo decidí en la presentación del libro de uno mis amigos escritores, pues me dijo que ya era demasiado tarde, estaba comprometida con ese hijo de la chingada, Federico, al que tanto odie. Y para colmos y hacer mi vida una maldita canción tan repetida que ya parece disco rayado, me dijo: cuando íbamos en la Uni, me moría porque me dieras un beso. Me insinué tantas veces, pero tú sólo tenías ojos para la arrastrada esa.
¡Qué maldita suerte la mía! Pero tarde o temprano algo o alguien me iba a recompensar por tanta espera. Cinco años de soltería se dicen fácil, pero nadie los aguantaría como yo. Más bien, la palabra correcta es Abstinencia.

-Ya verás Rogelio, ahorita que entremos a mi casa la vas a ver. Es una diosa. Ni Alizeé y mucho menos la tipa que nos gustaba de la Uni, esa que se galanteaba ante nuestra pervertida mirada, le pisan los talones.
-Sí tú lo dices…
-¡Ahí está, ante ti sentada en la sala la mujer más hermosa del mundo!
-¡Woooow! ¡Lo sabía! ¡Tú nunca te cansas de alucinar ojete! En verdad ya deja de fumar hongos con la tipa esa de rosa.
-Pero ¿por qué lo dices?
-Y todavía tienes el descaro de preguntar. No seas tan…No hay nada. Absolutamente nada. Bueno sí, unas cuantas revistas playboy y creo dejaste la video encendida. Seguramente te quedaste dormido viendo una de tus pelis y soñaste con una de tus viejas imaginarias.
-Pero…te juro…que si la vi…Vaya hasta me dejo su número. Lo deje en la mesa junto al libro de Nabokov.
-Jajajaja… Pinche Roberto, es el teléfono de de Sibila. ¿Cuándo te llamó o qué onda? Desde la Uni que no la vemos o qué ya no te acuerdas de ella. Es la que siempre quiso conmigo y no le hice caso por andar tras la lunática esa. Qué otra vez me anda buscando o qué.
-Mmmm…No sé. No tengo cabeza para contestar eso. No recuerdo haber atendido su llamada. Ya no me jodas con más preguntas, suficiente tengo con saber que ya hasta mi cabeza me hace bromas de mal gusto.
-Bueno, ya que estoy acá, pues pásame la sección amarilla para ver que voy a comer y pagarás con tu linda tarjetita. Por mentiroso y loser.

Pinche Dios. Siempre me hace quedar mal y me desilusiona. Por algo soy ateo.

Introspección XVI.

El frío me cala los huesos. Aunque a estás alturas ya no distingo entre frío y soledad. A veces parecen lo mismo. He empezado a creer que uno llega junto con la otra. El año se termina y nuevamente llegan los achaques y reclamos de siempre: qué si debo corregir el camino, qué si tengo que cambiar mi forma de ser, qué si debería ser más positivo, qué si debo utilizar mis contactos para ya ponerme a trabajar como la gente normal, qué si debo aprender a apreciar con la gente que no tolero porque no comulgo con su forma de pensar y un sin número etcéteras. Pero sí de algo estoy convencido es de mi forma de ser, aunque a veces a mi mismo me cause conflictos internos productos de mi extraña forma de ser, una reclusión social en convivencia. Sólo soy yo cuando leo en mi cuarto, cuando escribo o simplemente cuando estoy con un amigo (a) que estoy seguro me entiende sin necesidad de entrar en detalles, donde el silencio a veces basta para descifrar muchas cosas, Nietzsche lo dijo y lo hizo bien: Se sabe que se tiene un amigo cuando el silencio entre ambos llega a ser agradable, palabras más palabras menos.
Este año ha sido raro. Catártico en muchos sentidos y sorpresivo en la mayoría de este. Lleno de reencuentros con gente de antaño y de la que volví a saber de ellos a través del arte moderna que es el bloggear, de sembradíos amistosos por este mismo arte y de una convivencia con gente valiosa en el sentido personal y literario que sólo se ha podido mantener gracias al Internet. Una forma de suplir los kilómetros o el escaso dinero.
Pero también ha sido un año de cumplir sueños alargados por el tiempo y la circunstancia, realizados en la complicidad de la amistad, en la alberca del descubrimiento, la incertidumbre y de lo porvenir, pero siempre y como ya es costumbre en el aire a misterio que otorga la condición del secreto, quizá a voces para muchos, pero para otros y los más intolerantes, sigue siendo eso, un secreto, tal vez producto de la ficción propia.
Es tiempo de espera inconmensurable para la realización de proyectos grandes tanto compartidos como personales.
Estas semanas antes de finalizar el año deben ser utilizadas para lo importante, leer lo que me falta de mi biblioteca personal, seguir escribiendo, dos cosas que hago lo mejor que puedo y al menos me salen mejor que la propia vida cotidiana, pero también quizá deban servir para dejar aún lado las quimeras y centrarme en el mundo real.
Por lo pronto tengo la literatura para volar y Volpi me está doliendo con su novela El temperamento melancólico y antes lo hizo junto con Urroz y Padilla en el libro de relatos o noveletas cortas: Tres bosquejos del mal. Una reunión bastante interesante, con perspectivas diferentes de ver el mal y narrarlo, defendiendo ya un estilo en conjunto y propio.
En fin. Hoy a estas horas y aquí, Puebla en este cierre no es la misma. No podré ver a Jenny, mi psicóloga preferida, en estas semanas pues anda con los suyos en Paraguay.