viernes, diciembre 15, 2006

Introspección XVII (a modo de poema).

Leer para satisfacer el alma, nutrir el cuerpo y alimentar la mente.
Leer para verte amándome como no podrás hacerlo en vida.
Leer para hacerte el amor de la forma más salvaje o romántica, según lo dicte el escritor.
Leer para olvidarte, olvidarme y olvidarnos.
Leer porque es mejor que caminar en un mundo en ruinas, un país sin rumbo y una humanidad vacía, sin fondo.
Escribir para enfrentar los miedos, enamorarme de mis fantasmas y hacerle el amor a mis sombras.
Escribir para no estar solo, si no para estar.
Escribir porque es lo único que se hacer, o medio hago bien.
Leer y escribir por búsqueda de algo o de alguien. Quizá intente hallarme en alguna página.
Leer y escribir. Escribir y leer. ¿Existe algo más?

Sí, tal vez hay algo más:
tu cuerpo,
tu voz,
tus inquisidoras preguntas,
tu curiosidad infantil,
tu eterna feminidad acompañada de una excéntrica ternura.
Tu lejanía y las imágenes que tengo de ti, cuando sueño o ando por la vida harto de estar acompañado de un palma impaciente de tanta espera.

Y sin embargo, sigo siendo intento
de poeta y amigo,
de admirador y crítico
de tus pasos y tus pronunciamientos.

Y tú, sigues siendo
la mujer que camina,
a prisa y sin atención
de lo que te rodea
y protege de alguna posible caída.

2 comentarios:

Verena Sánchez Doering dijo...

gracias por tus saludos
te he saludos 3 veces y se pierde todo
asi que solo te dejo besitos



besos y sueños

alejandra dijo...

que buen y hermoso poema alfredo! no habia tenido chanzita de comentarte pero aqui ando siempre leyendote =) sonrisas de fiestas para ti!