sábado, diciembre 24, 2005

Por no dejar

Hace dos navidades un escritor me sorprendía con su gran novela. Un diablo que tenía dentro pero sin salir se vio reflejado un Guardián se descaro y en la obra camino. Hace dos navidades mi mundo estaba rodeado de Violetta´s y un cómplice que sólo por fotos y entrevistas llegue a conocer más que a mi propia sombra. Hace un par de meses en este 2005 el cómplice lejano compartía conmigo una Coca-cola en la Casa del Escritor. Vino a recoger una Cédula Real de Puebla y de paso a dar una platica con alumnos de Collhi-Buap. El culpable de que tan demonio pisará tierras angelicales: él que esto escribe.
Ahora mi vida se lleno del contacto con un cómplice, pero las Violetta´s desaparecieron como el agua.
Lo años cambian a uno. La vida me depara cosas inciertas. Es navidad de un año del cual nunca dejaré de recordar. Esperanzado estoy en que este 2006 venga lleno de más satisfacciones.
Un abrazo a todos.
¡Feliz navidad y año nuevo!

lunes, diciembre 19, 2005

Sin Coca-cola

El teléfono no suena, el celular menos. El e-mail sin mensaje, mi buzón sin carta alguna y mi soledad que aumenta. Síntomas de esta estancia en la noche, la ingrata noche y la maldita luna. No hacen otra cosa que no sea evocar tu recuerdo.
Hace tantos alaridos que no te escucho y tantos silencios me inundan en la cama. Tengo que aceptarlo: dependo de ti. Eres mi droga y aunque cualquier lugar te encuentro en cualquier calle, a la vuelta de la esquina  de mi casa en la tiendita de costumbre. No puedo tenerte entre mis manos, saborearte y saciarme del elixir de tu cuerpo.
Así son los días que no tengo una Coca-cola en mi cuarto por falta de dinero.