miércoles, julio 22, 2009

"El dinero del diablo"-(Columna "El Guardián del diván"-Diario “El Columnista” de Puebla-22/07/09)

Alrededor de abril, en este mismo diario, una serie de amigos reunimos nuestros artículos en un suplemento -“Virtud y fortuna”- para rendirle homenaje al escritor poblano más reconocido en los últimos años y que para fortuna de nosotros, resulta ser también nuestro amigo: Pedro Ángel Palou. Las flores ahí vertidas ni fueron en vano ni estuvieron de más, fueron sinceras, precisas. El texto con el que participé (“Pedro Ángel Palou: consistencia literaria”), se concentra en algo que encuentro a lo largo de su obra novelística: la consistencia en la voz narrativa-poética.
-
A lo largo de la producción de Pedro Ángel uno se puede encontrar con temas variados que van desde lo histórico hasta lo fantástico, teniendo así una falta de linealidad aparente, como alguna vez reclamó el colérico Lemus. La linealidad para algunos la encontró hasta su trilogía de los fracasos históricos: “Zapata”, “Morelos” y “Cuauhtémoc. Sin embargo, en Pedro existe una linealidad que va más allá de lo temático y viene a romper el orden canónico: consistencia en la voz narrativa, esa es su linealidad.
-
La novela que me convoca, “El dinero del diablo”, editada por Planeta, (finalista III Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica) es la combinación perfecta de fantasía e Historia, temas que a Palou fascinan y que están hilvanados por voz poética que nos contó la vida de Zapata o nos habló de Magnolia.
-
Esta novela está divida en dos momentos: el histórico y, digámoslo de una forma extraña, el ficcional-fantástico-real. Momentos que se intercalan para contar cómo una serie de asesinatos acontecidos en las recámaras del Vaticano desencadenan una investigación efectuada por el detective Gonzaga, quien podría encontrar la respuesta que necesita para resolver el acertijo en los días de 1929, cuando el poder de la Santa Sede crece al amparo de Mussolini y Hitler, al mismo tiempo que de forma extraña Pío XI es sucedido por Pío XII.
-
La conjugación de Historia y ficción-fantasía-realidad no es el único acierto de esta novela, está también la perfecta construcción de los personajes como Gonzaga, el detective que además de ser un jesuita rebelde y adinerado, es mal visto por la Iglesia; sin embargo es el más indicado para llevar la investigación, pues goza de una fabulosa distancia. Otro acierto es el manejo de tiempos en cada uno de los momentos; el momento histórico se asemeja a la narración efectuada por algún historiador: siempre hablando en pasado, pero la clase o la conversación con dicho historiador bien pudo haber sucedido ayer u hoy. Por último, el ficcional-fantástico-real: algo que está pasando o tiene poco de haberse realizado, da la sensación de estar ahí, al lado de Gonzaga.
-
Una novela, querido amigo, que al leerla lo divertirá al mismo tiempo que podrá tener una postura crítica ante la canonización de Pío XII.

No hay comentarios.: