sábado, diciembre 05, 2009

Poética crepuscular

I

Las palabras han muerto,

el poeta se las llevo

y sus herederos, los lectores,

las prostituyen, sin recato.

En el pasillo de cualquier

calle se oyen las ofertas

y las invitaciones a consumirlas:

¡pásele, güerita, güerito

hoy, solo hoy, dos por uno,

con metáforas!

¡Pásele, pásele hay de todos los

modelos: Kafkianas, Proustianas,

Bolañescas, Pitolescas y sobre

Todo, las de moda, aquellas que

son crepusculares.

-

II

El poeta se murió

¡ay qué dolor, qué pena!

Sus lectores le lloran,

le extrañan

y erigen coloquios, congresos

y antologías.

Luego vendrán las estatuas de bronce,

primero las de oro.

si las palabras,

que deben de implantarse

antes de que el viento se las lleve.

¡Ay el viento y el tiempo!

¿Qué harán con sus cenizas?

-

III

Antes de escribir

vomite, el asco me inundaba

y salieron palabras,

ahí amontonadas yacían

en el escusado, sentí pena,

pobrecitas palabras,

llorar quería,

incluso pensé en organizar

un congreso que hablara

sobre la muerte de la palabra,

imagine ponentes,

y a los asistentes

pero algo me invito

a jalar la cadena.

Extrañamente el dolor

se había ido junto con

las palabras.

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