jueves, diciembre 03, 2009

David Toscana: “Vivimos del recuerdo de las emociones” (Abril Posas/FILias-Milenio)

Los puentes de Königsberg, nueva novela del escritor mexicano, de manera lúdica y armoniosa rinde homenaje a una de sus obsesiones. Iniciado en la escritura gracias a El Quijote de Cervantes, platica con Filias acerca de su último trabajo
--
Guadalajara.- Existe un ritmo musical que aumenta y disminuye a lo largo de la narración, ¿por qué decidió que fuera así?
Para que fuera como una borrachera: siempre hay discursos, canciones, poemas. La novela no sigue las reglas de la razón.

¿Por qué están la niñas en la historia?
De niño, en Monterrey, veía en la televisión y en el periódico la foto de alguna niña perdida, y me resultaba espeluznante eso de estar en un cuarto oscuro, no poder volver a casa. Y luego la imagen de las jovencitas: en los años 60 no había mucha fotografía inmediata para mostrar, así que se utilizaba la de la primera comunión. Vestidas de blanco, como novias, colgadas de rosarios...

¿Cómo surge la idea de incluir este elemento en la historia?
Los novelistas estamos escribiendo de nuestros traumas infantiles. Los problemas los trato de poetizar. Es posible que me consideren pedófilo, sí, pero pederasta no. Amo a estas niñas, pero no tengo ninguna intención de poseerlas, no me las quiero robar. Mis personajes reaccionan igual: las ven de una forma muy amorosa, así como ellas también les corresponden.

Para escribir esta historia, ¿fue necesario recrear una borrachera?
(risas) Escribo con mucha música, pero no necesariamente con el alcohol a un lado. Se pueden recordar los momentos lúdicos para eso, pues vivimos del recuerdo de las emociones. Es un campo de juegos.

No hay comentarios.: