miércoles, junio 17, 2009

"Filosofía en seis horas y cuarto"-(Columna "El Guardián del diván"-Diario “El Columnista” de Puebla- 17/06/09)

A Carmen, porque tu ausencia se convierte en más amor.
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Filosofar antes de morir. Apreciar la belleza del pensamiento humano antes de finiquitar el paso por el mundo. Según Gombrowicz, la filosofía no debe ser considerada con un acto intelectual, sino como algo que nace de la sensibilidad del hombre. Postura que va sosteniendo a lo largo de una serie de pláticas que Witold sostuvo con su esposa Marie-Rita Labrosse y su joven admirador Dominique de Roux, las cuales se convertirían en el “Curso de Filosofía en seis horas y cuarto”, publicado recientemente por Tusquets dentro la serie Fábula.
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Cristina Fernández Cubas –quien prologa el libro- nos plantea a un Witold que después de vivir en Argentina, regresa a Europa donde sus complicaciones respiratorias, acrecientan, padece asma y tiene setenta y cuatro años de edad. Se acerca su fin y es cuando nace la inquietud por hablar de filosofía, una de sus mayores pasiones en la vida. No hay mejor forma de morir que disfrutando los últimos momentos. Este curso propuesto por Witold se puede ver publicado gracias a los apuntes de sus únicos alumnos.
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“Curso de filosofía en seis horas y cuarto” es un breve recorrido por algunos autores fundamentales en la filosofía, quizá no todos, pero al menos sí los más elementales para entender el siglo XX y el XXI: Kant, Schopenhauer, Hegel, Sartre, Heidegger, Marx y Nietzsche. Con absoluta pasión y familiaridad Witold da un paseo por cada uno de estos autores, no se detiene en detalles absurdos ni en pensamientos complementarios, va a lo que importa: las ideas en concreto, sin dejar a un lado las influencias y herencias que cada uno de ellos tuvo. Porque no hay idea que no esté influenciada por otra.
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Aquél que se acerque Gombrowicz podrá penetrar dos planteamientos interesantes que hace sobre Nietzsche y Marx. Del primero dice que no es nada sencillo seguirlo, pues al matar a Dios (simbólicamente), plantear al hombre como un ser que habita solo en el cosmos y debe aprender a valerse por sí mismo, sin mayor regla que la vida misma, sin fórmulas ni recetas. Quizá por eso da miedo Nietzsche. Mientras que del segundo, Witold hace un severo análisis del Marxismo que a pesar de ser una corriente de pensamiento muy sana, a la larga se convirtió en aquello contra lo que luchaba, pues en algunos aspectos sólo quedó como un acto de liberación necesario, pero carente del sustento ideológico y al final mucho de lo propuesto por el marxismo fue aprovechado por el capitalismo.
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Ameno. Completo. Corto y hasta divertido, son algunos de los calificativos que se me ocurren para este libro. Amplia recomendación para estas vacaciones venideras, pues serán seis horas y cuarto llenas de conocimiento y de vida.

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