martes, noviembre 23, 2010

Escrituras en presente /I (Diario Milenio/Opinión 23/11/12)

Acaso no sea literatura, sobre todo porque La Literatura, así con mayúscula, ya fue. Pero son, como argumentaba Josefina Ludmer, las escrituras posautónomas que producen presente. Un presente nuestro. Abrazan la tecnología, confunden a sabiendas el lugar del yo y el lugar del tú, les importa poco dónde empieza y dónde termina la ficción. Si el número de seguidores indica algo, están entre los autores más leídos de hoy. Y, aunque el tuit es una obra en 140 caracteres y no más, algunos de ellos se las han arreglado para producir narrativas más largas que aparecen, entrecortadas, en mi TL casi todos los días. Les he pedido a algunos de ellos que compartan, tramposamente sin los cortes naturales del TL, esos textos. Los ven aquí, ahora, como quedaron después. En el después. Es tuitescritura. Vienen de la frontera tijuanense y del centro chilango y de otros lados. Son hombres y mujeres, casi todos muy jóvenes. Son, sobre todo, lo creo así, escritores. Veremos. Vean, en todo caso.

I. Rafael Zamudio (Tijuana, 1985) UABC Lengua y Literatura Hispánicas @Reiben

ESCRIBIRÉ

Será escribir, escribir todo lo que no puedo mejorar fuera de la escritura, escribir todo como quisiera que fuera, escribir, porque qué.

Escribir el mundo que preferiría habitar, el mundo por el que daría mi vida, el mundo por el que los mataría a todos.

Escribiré sobre las planicies que nunca atravesaré y nunca sabré cómo se siente cruzarlas.

Y llegará la muerte justa en el momento justo, en el más inesperado, sobre la cumbre de las risas más sinceras y amplias.

Llegará la muerte cuando la espesura de todas las hierbas dé la sombra perpetua, la sombra plena.

Escribiré que llegará la muerte en el mejor momento de una vida, para que esa vida no conozca la caída, la náusea ni la decepción verdadera.

Mi crueldad será entonces su redención, y nunca lo sabrá, nunca se atreverá a agradecerme.

Escribiré las calumnias que me apuntalarán sus amigos, sus amados, por habérselos arrebatado, por habérselos negado para el resto del tiempo.

Y seguiré escribiendo, para volver, para evadir mis recuerdos, para vencer esos momentos, a esos otros que aparecieron para robarme el aliento.

Escribiré porque sé que no puedo hacer otra cosa, porque todo lo demás, si no lo escribo, se me muere en las manos, se me hace arena.

Nadie puede salvarme de esto: es mi destino traducir las voces de este mundo y hacerlas legibles, escribirlas.

Escribir es mi responsabilidad y a ello me comprometo. Este es mi voto de casamiento. Esta es mi promesa, mi palabra.

Y en eso me regalaré todos los clímax que nunca he tenido, los que merezco y los que pude haber robado. Los que me negaron y los que detuve.

Escribiré para hacerme la justicia y la injusticia que le faltó a mi vida y a las de ustedes.

Escribiré para casarme y tener hijos y nietos, para dejar de fumar, para ser una persona cansada que ve televisión y trabaja para verla.

Escribiré para cazar a todos los dragones que hacen azul al cielo, para volver a matar a Dios, para cosechar arroz en Tacuarembó.

Escribiré para olvidarlo todo, para morir en paz.

II. Araceli Arriaga Altamirano (MexicoDF, 1987). IPN Ingeniería Ambiental @arissima

TE VOY A QUERER COMO SI TE ESTUVIERA ESPERANDO, EXTRAÑO

1. Estoy con @Porcupino, fumamos mota. Vemos la Big Band en Bellas Artes. Estamos felices. Bailamos discretamente conteniéndonos el vuelo.

2. Ahora un concierto urbano de timbales y pam pam pam, aplausos, mujeres bailando, caderas en vaivén. Tengo este cuerpo y lo uso como si nunca.

3. Aparece un malabarista de fuego, se le escapa la antorcha al público. Alguien se quema. Hay reclamos y decidimos caminar.

5. ¿Nos damos una limpia? Va. Nos damos una limpia a lado de la explanada del zócalo. Canela, aceite caliente, olores espesos, hierba dulce.

9. Llego a metro copilco a las doce pe eme.

10. Espero dentro del metro. El tiempo es una espera ovoide.

11. Se acerca un extraño que no es mi Extraño, pregunta la hora y si estoy esperando a alguien. Hace un gesto de confusión amable y se va.

12. Era guapo.

13. Doce treintaicinco. Van a cerrar el metro. No sé qué hacer. Estoy sola.

14. Salgo del metro, veo un 7eleven. Luz. Entro, compro café, cigarros y una manzana. Salgo y espero.

15. Espero. Estoy lista para quedarme quieta.

18. 1:00 am Hago planes por si no se arma nada y yo tenga que dormir en la calle. No puedo regresar a casa, tengo frío, ¿qué voy a hacer?

20. Veo un bar despierto, debería entrar y esperar para después conseguir un pedazo de asfalto hasta las seis que es cuando abren el metro.

22. Entro al 7eleven con suficiente frío, veo la hora, el policía sonríe, me veo al espejo, pálida. Una señora ojea una revista de señoras.

23. Entra un joven, compra algo y sale a comer justo al lado mío o quizá a cinco pasos medidos en sistema internacional o en pulgadas, depende.

24. Sigo esperando a que pase algo. Esperar es caminar despacio, también.

26. —¿Esperas a alguien?

—No sé… es decir, sí y no, y no sé a quién.

—¿Pasarán por ti?

(Traduce mi mirada: No tengo idea de dónde será mi noche.)

27. Contesto:

—No estoy segura.

—¿Y si no pasan?

—No tengo puta idea.

28. —Tengo un cuarto, vivo solo, hay alcohol y puedes pasar la noche. (Lo dice con calma como ofreciendo nada más. Dar es dar, pienso)

29. En ningún momento imagino que puede matarme, violarme y demás; dormir abrigada es mi única voluntad, con quien sea me da igual.

31. En el camino platicamos de cosas varias y protocolares. Estudia y se llama D. pero para mí es Extraño.

32. Me recuesto en su cama. Qué bonita cama, se recuesta a lado mío y platicamos. Estoy envuelta en cobijas. Ya no tengo frío.

33. Platicamos del tuíter, le escribo mi arroba en el brazo, me escribe la suya, le escribo mi tuit más faveado. Quédate con mi sharpi naranja.

36. A estas horas, siendo las 2:30 am, estoy segura de que pasaré la noche aquí. Estoy segura de que quiero.

37. Si duermo sería lo más bonito que pudiera pasarme, le digo recordando la limpia en el zócalo, el jazz en bellas artes y la bonita noche.

38. —¿Tú no te sientes sola? —me pregunta y yo queriéndome hacer pedazos pero aguantándome la boca.

39. Qué bonito es no tener frío.

40. Me hablan desde la fiesta. Quiero verlos pero no quiero moverme de aquí.

42. Me pongo los zapatos breves y sé que este piso me extrañará descalza, la extraña primera o la penúltima o la quinta.

44. Le doy un beso en la mejilla y me voy. Cruzo el semáforo a saltos pequeños en forma de pasos. Calma.

45. Algo en el corazón que no se quiere ir. Quiero volver y quedarme y amanecer y quedarme un poco más para esperarlo de frente.

46. Llego a la fiesta.

47. Lo extraño.

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