jueves, noviembre 13, 2008

El recuento de los acontecimientos

Ya tiene tiempo que no escribo una entrada forma para el blog. No es falta de disciplina, es carencia de un espacio propio, particular donde uno pueda sentarse sin ruido molesto, y escuchar la música favorita. Hoy es de las pocas veces que puedo estar sentado en mi cuarto utilizando la lap top de mi madre, el blog me reclamo atención y como no soy un ser ingrato, preferí cederle unos minutos en lugar de ir a la cama a taparme y pensar en dormir.
-
En estos días en los que deje de escribir para el blog, que no de subir textos ya de mi columna como de los acostumbrados invitados de honor, han pasado cosas tremendas. Por petición de Carmen, mi novia hermosa, ya desayuno todas las mañanas, más el lunch que llevo para comer en el periodo que ambos tenemos libre y con la comida-cena que siempre hago, ya suman las tres comidas que uno debe hacer. Esto demuestra el poder una mujer puede ejercer en un hombre, claro siempre y cuando exista un amor recíproco de por medio.
-
Desde hace ya como mes y medio empecé a subir columnas reseñando libros que me han regalado las editoriales, ejercicio que ha sido interesante. Ha hecho que tenga una lectura más constante y disciplinada. Espero seguir con este ejercicio. En estos momentos me encuentro terminando algunas páginas del libro de ensayo Mentiras contagiosas de Jorge Volpi, el cual me ha sorprendido al por mayor la evolución que Volpi ha ido adquiriendo a lo largo de su escritura es apreciable y de agradecer, pocos escritores en este país pueden presumir de mezclar con gran habilidad discursiva a la ciencia y la literatura, quizá pronto incursione en otra de sus pasiones: la gastronomía. Tal vez sea cierto lo que sus mayores críticos dicen de todos mis amigos crackeros. Los acusan de efectistas, de abusar de un discurso leve, sin compromiso, algunos afirman, pues no han entrado del todo a novelar la historia de este México variopinto. Pero pese a que no puedo ser su mejor crítico, la amistad a veces puede cegar. Si me atrevo a afirmar que nada más coherente que ellos puede existir en la literatura mexicana actual, en su manifiesto lo hacían notar: apuntaban por una literatura global, sin ataduras chovinistas. Postura que es válida, pero muy criticada por una esfera mexicana tan acostumbrada a siempre hablar de su país, pero jamás entenderlo. E inclusive si alguien ya he leído su manifiesto, ellos mismo proponen el recuro bajo la cual piensan escribir: Las seis propuestas para el próximo milenio de Italo Calvino. Uno de los libros fundamentales para entender su pensamiento literario, pienso.
En espera tengo el reciente libro de cuentos de Rivera Garza, la enorme-dulce-asombrosa-preciosa mujer que más me ha sorprendido y con la cual ya tuve el gusto de compartir el pan y la sal. Su libro se llama La frontera más distante. Se antoja interesante. Luego esta un escritor local: Javier Zúñiga con su Perdurable memoria, lo que he ojeado y hojeado presume de estar bien construido.
-
En unas horas estaré siendo educado musicalmente por mi novia. Me llevará a escuchar al Museo San Pedro de Arte al jazzista Bela Fleck acompañado con The Flecktones, el viernes subiré la experiencia que haya obtenido, todo apunta a que será fenomenal.
-
De pronto Octavio Paz ha decidido concederme el derecho de leerlo, hoy gracias a un préstamo que me dio Carmen puede comprar Sueño en libertad, que son la reunión de sus escritos políticos más esenciales. Espero el próximo sea El laberinto de la soledad en edición de Cátedra. Seguramente el más emocionado de esta buena nueva es mi amigo Pedro Ángel quien frente a su grabado de Paz, que tiempo atrás me presumía en la que fuese su oficina como Rector de la UDLA-P (tan ingrata y maldita), me invitaba a leerlo para poder discutirlo. Yo le aseguraba que nuestro Nobel era en vida un verdadero hijo de la chingada. Él insistía, pero eso no le quita lo chingón literariamente.
Entonces, ya pronto leeré a este hijo de la chingada.
-
Y fin, ya debo leer un rato a Volpi.

1 comentario:

Krmn Lilith dijo...

aja, aja... éjele...

me voy a poner celosa:
"la enorme-dulce-asombrosa-preciosa mujer que más me ha sorprendido"

(eso de no usar mayúsculas me está gustando)

te amo