martes, enero 16, 2007

Introspección XXIV.

Quiero escribir y me siento incapaz de hilar palabras y darles un valor. Suena difícil de creer viniendo del que esto escribe, pero por vez primera las clases de la Facultad le roban espacio a mis lecturas. Se impone la Didáctica, la Comunicación con tintes semióticos y la Teoría Literaria por encima de Nietzsche.
Pero también está la vida de cada día, aparecen cariños de antaño para robar mi atención afectuosa.
Y hace unas horas en alguna calle del centro de mi ciudad, una amiga, revelaba a otro amigo y a este intento de poeta, parte de su vida, digna de ser una historia para novela escrita por Capote. Dicha historia se vuelto en secreto y para la persona que lo contó, paso del infierno al purgatorio.
Enero está a la mitad de su duración y pronto Revuelta dará su dictamen, ya dejé de creer en la posibilidad de obtener algún premio, pero así como AMLO, la esperanza muere al último. Quizá, si todo me sale mal como a Alex Lora, me declaré novelista legitimo y a otros los nombre escritores espurios, seguro obtengo atención y con ello lectores movidos por el morbo. Otra posibilidad sería hacer maroma y teatro, al estilo Lydia Cacho, ya ven, mejor una dizque periodista, ya publicó una novela, que no es otra cosa, que su libro sobre pederastia practicada en las esferas del poder novelado.
En este periodo post parto de mi poemario y habiendo tanto que decir y muchas formas para hacerlo, me siento vacío, al no poder hacerlo. Tal vez, como dice Nietzsche, aún no me he dado el permiso para tener el talento que dicen que tengo. Pero, seguiré el consejo de mi amigo Pedro Ángel y pondré en mi computadora cada que me siente un letrero que diga: Tú eres el mejor escritor del mundo. Le haré caso a Faulkner y mandaré a la técnica por un tubo, haré de Capote una religión, sobre todo por la frase de mandar al crítico literario al olvido, y como Hemingway buscaré tener mi detector de mierda. Aunque existe la posibilidad de que tanta ausencia de escritura sea producto de la falta de compañía o una mala pesadilla de la que pronto espero despertar

2 comentarios:

Clarice Baricco dijo...

Insisto que tus energías, tus desolaciones, todo lo que traigan tus sentires los descargues en las letras.
Empiezo a preocuparme que cuando llegue tu princesa te olvides de fabricar tu alfabeto.
Inspiración necesitas? la tienes.
Escribe.
Si?
Tengas premio o no, tú eres un TALENTO.
Todo llegará a su tiempo.

Te abrazo mucho

hpons dijo...

Hacer maroma y teatro como Lydia Cacho, jaaa!

No amigo, tú no necesitas eso, todo cae por su propio peso y cada cosa tiene su tiempo

ten paciencia