viernes, mayo 17, 2013

Las montañas culminantes (Diario Milenio/Opinión 14/05/13)


Subir una montaña no es cosa menor. Colocar un pie y, después, otro, sobre el camino terrizo a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar sí quita el aire. La hiperventilación. La disminución del volumen sistólico. La hipoxia. Tal vez todas estas reacciones del cuerpo frente a la altitud sólo contribuyan a acentuar la relación extraña, poderosa, tremendamente cercana, que ofrecen las cumbres altas.
3:16 A paso de tortuga, vamos. Poco a poquito. La voz de la niña. El acento de la infancia. ¿Desde dónde? Los ecos. Las voces. Tan difícil entender algo, cualquier cosa, a lo lejos. El ruido del aire contra los pabellones de las orejas. La voz de una mujer. Alguien abre los brazos y mira hacia arriba. Lo que dirá la montaña de todo esto. 3:19*

Algunos afirman que el Nevado de Toluca o Xinantécatl es un volcán extinto, pero prefiero a aquellos que, al decir que es un volcán activo en estado de quietud, sugieren que poco sabemos en realidad de los grandes ciclos de la Tierra. Nada, ni el fin de un volcán, está escrito en piedra. Algunos afirman, igualmente, que lo más probable es que el topónimo náhuatl del Nevado de Toluca haya sido Chicnauhtécatl, que significa Nueve Cerros, una voz ligada con Chicnahuapan, el topónimo náhuatl del río Lerma, que significa Nueve Aguas o Nueve Manantiales, pero yo prefiero ese significado, para algunos extravagante, que ha asociado el topónimo Xinantécatl con Hombre Desnudo. En matlatzinca: Nro’maani Nechhútatá, Casa del Dios de las Aguas. En otomí: Tastobo, Montaña Blanca, de tasi, blanco, y tobo, montaña.

3:20 Sobre una piedra sola en medio de la vereda. Una especie de mesa ancestral. Una silla. Hallar la palabra que describe o encarna el ruido que hace la punta del zapato cuando choca contra la tierra suelta y, luego, el ruido que hace al dejarla atrás. Adentro, el corazón, que existe. Un latido es un la-ti-do. Afuera, la respiración agitada de los otros. Los otros pasos que es difícil o improbable describir. Aquí no se siente tanto la presión del aire, dice alguien que avanza. Las nubes a lo lejos. El cielo tan azul. Y las tolvaneras. 3:22

Aunque la morfología actual de la montaña data del periodo cuaternario, con una geología compuesta de rocas ígneas extrusivas intermedias, las primeras deformaciones que le dieron origen ocurrieron en el oligoceno tardío y el mioceno temprano medio, hace aproximadamente 1,600,000 de años. Y no es necesario tener toda esa información en la mente para que los pies sepan lo que intuye el intelecto o la imaginación: la materia es tiempo con forma. Al avanzar, el cuerpo lo sabe: no se camina tanto por el espacio como a través del tiempo. Eras geológicas de por medio.

3:25 Si ya venimos caminando desde la mañana, continuemos ahora. Una señora de 35 a su hijo de 7 o 9. Vienen subiendo la montaña, ella y tres niños, desde las 9 am. No nos dijeron que hoy no podíamos usar el auto, explica. Un perro, al que llaman Kaiser, pasa corriendo. La horda de adolescentes. Sus risas. Y, luego, los ecos de sus risas. 3:27

Tal vez pocos decretos presidenciales contengan tantos adjetivos llenos de admiración como el que convirtió al Nevado de Toluca en un parque nacional el 25 de enero de 1936. Montañas culminantes. Majestuosas cumbres. Bello contraste. Firmado por el entonces presidente Lázaro Cárdenas, el documento hace un llamado a proteger los “bosques, pastos y yerbales” de “la montaña denominada Nevado de Toluca, cuyas cumbres, coronadas de nieves, imprimen al panorama un bello contraste con el territorio intertropical que se extiende en sus faldas”. Además de la preservación de la flora y la fauna, las consideraciones para emitir el decreto eran, sobre todo, tres: preservar los recursos acuíferos del lugar, asegurándose que el agua cubriera las necesidades de la industria y de la agricultura por igual; ayudar a la preservación del buen clima; asegurar recursos para el turismo.

3:29 El latir loco del corazón. La sombra de la mano sobre el papel. Los mocos resbalando por la nariz, sobre el labio superior. El sabor a sal. Alguien, más lejos, empieza a subir por el pliegue más alto a paso regular. Su figura como sobre la cuerda última que da al abismo. Su figura como la de un increíblemente pequeño en la distancia. 3: 31

“En su labio se encuentran dos domos dacíticos, fuertemente alterados, el pico del Águila y el del Fraile.”

3:34 Otra cúspide. De pie. Los pastizales sobre la ladera. El color gris oscuro. El color granito. O carbón, a veces. La gota de sudor que baja, primero lentísima y, luego, apresurada, por la sien izquierda. La boca tremendamente seca. El latir ya no loco, sino loco y hondo en un lado del pecho. ¿Por qué desaparecieron todos? La respiración. Esto existe. 3:35

Las palabras de fray Bernardino de Sahagún en el siglo XVI, lo describen bien: Es un monte alto que tiene encima dos fuentes, que por ninguna parte corren, y el agua es clarísima y ninguna cosa se cría en ella, porque es frigidísima. Una de estas fuentes es profundísima; parecen gran cantidad de ofrendas en ella, y poco ha que yendo allí religiosos a ver aquellas fuentes, hallaron que había ofrenda allí, reciente ofrecida de papel y copal y petates de pequeñitos, que había muy poco que se habían ofrecido, que estaba dentro del agua.

Es fácil concebir, desde su cima, el pasado y el futuro en toda su demente amplitud. El presente. A unos 4,690 metros sobre el nivel del mar, en el punto 19° 16’ 04.4” - 99° 46’ 02.4” del globo terráqueo, es posible observar los embalses perennes más altos de México: las así llamadas lagunas del Sol y de la Luna que, desde tiempos inmemoriales, han recibido ofrendas y sacrificios. Ahí, en sus orillas, caminando por sus orillas y, luego, descansando en sus orillas, introduciendo una mano primero y un pie después en sus aguas heladas, es posible entender que un cráter es esto: puro presente. Un presente en estado de quietud.
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*El texto en itálicas es parte de “Apuntes sin aire”, notas que empiezo a escribir justo cuando el ascenso me deja sin aire y dejo de escribir cuando recupero el ritmo regular de la respiración.

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