jueves, octubre 08, 2009

Los Temas de Castilla del Pino

Diario Milenio-Puebla (08/10/09)
---
A pesar de que Península/Atalaya editó estos Temas de Carlos Castilla del Pino, notable psiquiatra español y estudioso de la literatura y de la filosofía, es necesario siempre volver a él. Es, para decirlo con justicia, un profundo investigador del Hombre. Recuerdo a Castilla del Pino en la Capilla Alfonsina, dictando una conferencia sobre psiquiatría en el año de 1984 aproximadamente.
-
Los Temas de Castilla del Pino son entonces el hombre, la sociedad y la cultura. Nacido en 1922 en San Roque (Cádiz), falleció el 15 de mayo de 2009 en Córdoba. Es autor de una vastísima obra. Baste mencionar algunos de sus imprescindibles títulos: Vieja y nueva psiquiatría (1963), Un estudio sobre la depresión (1966), Cuatro ensayos sobre la mujer (1971), Patografía (1972), Teoría de la alucinación (1984) y su obra de ficción Una alacena tapiada (1991) y Discurso de Onofre (1999), entre otras muchas más.De acuerdo con el Wikipedia, Castilla del Pino fue alumno interno del Hospital Provincial de Madrid, en donde conoció al maestro de la Neurología germánica Manuel Paraita. Su brillante tesis doctoral “Fisiología y patología de la percepción óptica del movimiento” tuvo una enorme aceptación hacia 1947.
-
La mayoría de los ensayos que se reúnen en Temas se publicaron originalmente durante el transcurso de la década de los ochenta del pasado siglo XX, Temas que siguen siendo muy actuales. El libro es heterogéneo. Se divide en De hombres/ De literatura/ De ensayo y De sociedad.
-
Por razones de espacio, como es obvio, sólo me ocuparé de un par de ensayos que a los lectores de Castilla del Pino nos abrió a la conciencia de la vida cotidiana en su momento: las “paradojas de la novela” (que son precisamente quizá las grandes paradojas de la cotidianidad) y “El mito de la conciencia culpable”.
-
Aprendí por aquellos años lo que descifraba Castilla del Pino: la novela y el delirio son lo mismo, y sin embargo se distinguen por algo fundamental: “el novelista dice verdad, acierta; el delirante dice error, se equivoca”. El novelista hace ficción y el delirante –se dice– no hace ficción y, sin quererlo, hace ficción.
-
He reflexionado mucho en lo que escribe Castilla del Pino y he entendido cómo se da el proceso de “volverse loco”. La culpa, por otro lado, envuelve a los personajes de novela y a quienes son delirantes, sólo que quienes deliran ya no saben bien a bien qué es la culpa, tema que, como lo dice Castilla del Pino, no es sólo una constante en la tragedia clásica, sino también del “drama de la modernidad”.
-
El acto considerado culpable es, según el autor de Temas, deparador de preocupación. El sentimiento de culpa pertenece al ámbito de lo subjetivo. La transgresión de la norma deriva en culpa, y en la novela y en la vida cotidiana se hallará siempre ese sentimiento, a menos que se caiga en las garras de lo patológico, donde la culpa ya no es.

No hay comentarios.: