miércoles, noviembre 07, 2007

Bajo el Sol (Diario e-consulta Puebla 7/11/07)

PROAL, DE LA BORBOLLA Y MIKO VIYA
Por Roberto Martínez Garcilazo

Para Juan Pablo Proal

PROAL. Juan Pablo es reportero investigador. También es profesor de técnicas de redacción periodística en la Casa del Escritor. Sus textos son leídos con expectante atención por los que –desde el poder o desde algún modesto devisadero social- frecuentamos sus líneas. Sus clases son seguidas con especial interés por sus alumnos que, bolígrafo en mano, reportean acuciosamente a su profesor. Proal –como le decimos sus amigos– fue objeto de una cobarde amenaza. Proal ha interpuesto la denuncia correspondiente. Él espera que las autoridades actúen diligentemente. Nosotros –los que al pensamiento escrito nos dedicamos– esperamos que el patrón del pendenciero a sueldo –si existiera– delibere cuidadosamente sus futuras acciones. Porque aunque el río está revuelto no obtendrá ganancia. Estos son otros tiempos.
DE LA BORBOLLA. El nuevo libro de Óscar de la Borbolla, recién salido de las prensas de Nueva Imagen, se llama La rebeldía de pensar. Es un texto filosófico deliberadamente polémico que pretende y lo consigue la colaboración –a favor o en contra, depende- del lector. Las primera líneas de La rebeldía de pensar nos remiten a las primeras de la Metafísica de Aristóteles; aquellas célebres en las que el Estagirita –Larroyo, dixit– escribe que todos los hombres tienen un deseo natural de conocer –sin aclarar a los legos que considera hombres únicamente a los ciudadanos griegos. Bien, pues Óscar de la Borbolla comienza formulando una hipótesis de combate a la hipócrita democracia epistemológica, y problematiza saludablemente nuestro entorno: "Debido a la buena fe, a la inercia que causan los prejuicios o al hecho simple de que muy pocas veces sometemos a revisión nuestras creencias, tenemos la costumbre de admitir la tranquilizadora idea de que toda la gente piensa, de que cualquier persona, por el sólo hecho de haber nacido como miembro de la especie humana, recibió de Prometeo o de unas bondadosas hadas madrinas la chispa que posibilita el pensamiento. A causa de esta idea suponemos que la condición humana es un regalo que ya tenemos y que para mantenerla no hace falta esforzarse." Es libro fecundo. Si no, lea este párrafo que aparece dos páginas adelante y que es todo un retrato hablado: "Pensar, saber pensar, tampoco guarda una relación directa con el éxito: hay sujetos lerdos, auténticos campeones en imbecilidad que amasan fortunas inconmensurables, que se encumbran hasta la cima en el escalón del poder, o que gozan de enorme popularidad y que nunca han pensado." Del irreverente autor de Ucronías es este estoico alegato en favor del ubérrimo instante.
MIKO VIYA HA MUERTO. Miguel Villarello Vélez nació en 1920, en Puebla, y murió el viernes 2 de noviembre del 2007, también en Puebla. Dibujó un círculo con sus pasos y nació y murió en la misma ciudad que tanto amó. Puebla es madrastra de sus mejores hijos. Que no habrá memoria del paso de los hombres bajo el sol de esta vida de sobra se sabe. Sin embargo, rescato estas líneas de la biografía del maestro Miko Viya que aparecen en las últimas páginas de su deliciosa novela –derroche de genio verbal– Elvira y los ángeles (o la historia de Patrick O’Donell, como el lector guste). Ed. Cajica (19 sur 2501). Puebla 1992: "…nació en Puebla, donde efectuó estudios musicales en el Conservatorio y obtuvo menciones honoríficas. Marchó a Estados Unidos en donde completó estudios secundarios en la San Marcos Academy, y Arte Dramático en la Universidad de Baylor, y fue miembro del Baylor Theather. Fue maestro de Cultura Musical y de Inglés en diversos colegios y en la Universidad de Puebla organizó y dirigió el Teatro Francés de Puebla y después de tres años de actividad, el gobierno francés le otorgó una beca para estudiar dirección teatral en París. Estudió en la Sorbonne y tomó cursos en la Universidad de Heidelberg y en la de Viena. Su interés humanístico y cultural lo llevó al estudio de idiomas y a realizar innumerables viajes a Europa, Estados Unidos y el Medio Oriente. En 1951 ingresó a la televisión mexicana donde dirigió 92 series de programas de 1951 a 1982, siendo considerado uno de los más destacados directores de televisión y teatro en México. Ha impartido cursos en la Academia de Actores de la ANDA, en la UDLA, y en el Instituto de Teatro Espacio 1900. Dirigió el Coro Mozart y a los vocalistas Los Concertinos y organizó y dirigió su taller teatral Salón de Teatro y el Teatro Heleno Mexicano, en México. Es autor de 16 libros ya publicados y ha escrito 11 obras de teatro, todas llevadas a escena, así como la comedia musical ¡Oh Catarina, la China Poblana! ..." Al maestro Miko Viya aplicársele puede el siguiente retrato que él mismo trazó para uno de sus personajes, la reproduzco con sincero respeto y con incurable nostalgia: "…de Él se decían las cosas más terribles y las más amables y tocaba a cada persona, según su experiencia, decidir cuál era la verdad. Lo que nadie podía negar, al conocerlo, era su inigualable e irresistible encanto y su gran corazón; su fantasía desbordante y su inagotable energía y amabilidad y cortesía, muy a la poblana." Descanse en paz.
ESAS BATALLAS. Unas horas nos separan de la cita con las urnas, de la batalla de los sufragios, de la incruenta –esperemos que así sea– , de la simbólica escaramuza en la que los poblanos nos enfrentaremos a nosotros mismos. Suerte de renovación ceremonial del tiempo y de la esperanza en la reforma social son esas batallas llamadas elecciones. Sin ellas nuestra vocación cainita nos llevaría al fratricidio. Así somos desde siempre, por los siglos de los siglos (Militia est vita o ¿no?).

No hay comentarios.: