domingo, marzo 25, 2007

Introspección XLII.

¿Qué es peor, estar solo ó sólo estar? No sé.
Cada día me aburro más de todo. Me cuesta sonreír y ya se me olvido por qué tengo vida. Quisiera desaparecer. Irme lejos, sin avisar. Vivir en una gran ciudad, donde nadie me conozca y tampoco le importe. Se anónimo. Quiero extrañar y que me extrañen.
Cada hora pierdo la esperanza de escribir. Lo hago en este blog, porque no sé usar la boca para expresarme. Hablar es algo inexacto para mí.
El Bronwyn de Cirlot aún no llega, tal vez nunca llegue. Y me quede esperando ese libro como lo sigo haciendo con casi todo.
Probablemente debería buscar un lugar donde vivir. Mi casa es un infierno personal. Sólo estorbo. Nunca he cumplido las expectativas de mis padres. No soy creyente, tampoco tengo buenas calificaciones, no aporto dinero. Empiezo a creer que llevo dos apellidos por compromiso moral que por merecimiento.
Soy muy cobarde para morir y muy inepto para vivir. Dios me rechazaría por todo lo que he hecho en vida y el Diablo ni siquiera me aceptaría, no soy lo suficientemente maldito para arder en el fuego. El purgatorio es demasiada aspiración. El mejor castigo que puedo recibir es ver morir todo lo que quiero y seguir vivo eternamente.
Las pesadillas son constantes por las noches. Tengo miedo de dormir. Sueño muertes. Siempre despierto antes de morir en sueño.
Ya no quiero leer, pero es lo único que me hace sobrevivir. Cada que leo es peligroso, siento que los personajes tienen más suerte que yo. Al menos fueron amados por una mujer o aman a una. A mi ya se me olvido cómo se debe amar a una mujer.
Mis órganos se pudren en Coca-Cola y siento que camino en mierda o más bien yo soy la mierda.

1 comentario:

indianala dijo...

Mi dulce Fredo, tenemos dias buenos y dias malos.

Pero puedes descalificarte tanto?

El amor llega cuando estamos muy distraídos, pero se siente como un milagro.

Cambia un poco de gaseosa y de autores!

Lee a Hesse...
o a Bach..

o mira dentro tuyo y descubrirás un niño atemorizado, pero hermoso, cuidate.

Fuerte abrazo.

Vive para disfrutar, no para que te disfruten.