lunes, diciembre 19, 2005

Sin Coca-cola

El teléfono no suena, el celular menos. El e-mail sin mensaje, mi buzón sin carta alguna y mi soledad que aumenta. Síntomas de esta estancia en la noche, la ingrata noche y la maldita luna. No hacen otra cosa que no sea evocar tu recuerdo.
Hace tantos alaridos que no te escucho y tantos silencios me inundan en la cama. Tengo que aceptarlo: dependo de ti. Eres mi droga y aunque cualquier lugar te encuentro en cualquier calle, a la vuelta de la esquina  de mi casa en la tiendita de costumbre. No puedo tenerte entre mis manos, saborearte y saciarme del elixir de tu cuerpo.
Así son los días que no tengo una Coca-cola en mi cuarto por falta de dinero.

2 comentarios:

Flotante dijo...

se parece a algo que escribi alguna vez, en algun tiempo, en alguna noche que no tuve mi rockaleta con gerber de mango

Sovka dijo...

SOLEDADES GIGANTES...
ABRAZOS GIGANTES PARA TI.