jueves, noviembre 17, 2005

Mis sobras

Una naranja a medio morder, son mis recuerdos.
Esta rosa marchita, es mi alma.

Los sembradíos, son mis demonios
que salen del suelo para disputarse mi alma,
comerse mis entrañas, saborear mi sangre
y usar mi cabeza como trofeo.

Al llegar el alba mis huesos,
los lamerán los perros.

Carreteras llevo de muerto,
mis oídos pagaron la caseta
que existe del mundo al infierno,
pero mis ojos aún son testigos
del banquete que fui
para las alimañas de tu partida.

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