martes, noviembre 08, 2005

Desde el infierno

Cuando los demonios suban,
las llamas traguen mi casa,
calcinen mis libros,
desaparezcan mis poemas,
la iglesia me queme por ser hereje.

Grabare en cada piedra
los versos que te escribí
para que nunca me olvides.

Y si con eso no basta,
cada vez que llueva inundaré
una iglesia para que sepas
que aún muerto, escribo
poemas para ti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

jaja, es un homenaje, o una burla??