miércoles, febrero 02, 2011

Traducciones vespertinas (Diario Milenio/Opinión 01/02/11)

I.CAPITALIZATION *

Mark Nowak, Shut Up Shut Down (CoffeeHouse Press, 2004).

Escribe con mayúscula la primera palabra de cada oración, así sea o no una oración completa.

Escribe con mayúscula la primera palabra de cada línea de poesía. Empecé a trabajar en la maquiladora en una gran planta de Westinghouse al este de Pittsburgh cuando tenía dieciséis.

El trabajo era aburrido y repetitivo.

De 1954 a 1962 Ronald Reagan fue anfitrión del programa de televisión “G.E. Theater”.


En algunas formas poéticas del inglés moderno sólo la primera palabra de la primera línea se escribe en mayúscula, y algunas veces incluso ésta se escribe con minúsculas.

Seis veces al año actuaba en dramas (alguna vez estelarizando un programa en dos partes como un agente de la FBI que infiltraba organizaciones comunistas).


Tratábamos de hacer que el tiempo pasara más rápido poniéndonos a hablar entre nosotros.

Escribe padre y madre con mayúsculas cuando te dirijas a ellos, pero no escribas esos sustantivos con mayúsculas cuando se utilizan con un pronombre posesivo.

El resto del año Reagan visitó plantas de la G. E. hablándole a los empleados y grupos cívicos sobre, como lo puso en su autobiografía, “los intenciones de los comunistas de tomar la industria [eléctrica] y la ola creciente de colectivismo que amenaza con inundar lo que queda de nuestra economía de mercado”.

Algunas veces fantaseaba convenciéndome de que estaba en otro lugar que no fuera esta larga banca con el sonido que no se acaba nunca y las máquinas quejumbrosas.

II. INSTANCIAS DE ECOS

Keith Waldrop, Transcendental Studies. A Triology (University of California, 2009)

Durante el día, diecisiete sílabas. Veinte por la noche. Una idea de la nada. El incidente entero da mucho en que pensar: la pérdida de interés, la ausencia de deseo. Ella no puede mover la boca o los brazos mientras reza. Algo se posesiona de mi cabeza.

En la galería de susurros, el más mínimo sonido se transmite de un lado a otro del domo, pero no se oye en ningún punto intermedio. Las simples ganas de moverse pueden surgir solas. Es como si ella estuviera muriendo. Y las ganas de hacer algo.

Saltar de la cama, destruir, morder, correr contra la pared. El Sr. Wheatstone descubre que, una vez pronunciada, una palabra será repetida muchas veces. Una sola exclamación parecerá un montón de carcajadas, mientras la rasgadura del papel es como el golpeteo del granizo.

Con frecuencia no podemos decidir. Viene subiendo por su cuerpo, hasta el cuello, como una mano. Olas sonoras alcanzan el aire en sucesión. Una. Dos.

Tres. Y luego mueren en la más dulce de las cadencias. Ella está completamente devastada.

Aunque están conscientes, ellos no se pueden mover. El tictac de un reloj de un extremo de la iglesia al otro. In- explicable, esporádico, ajeno. Los ojos repuntan, fijos. La oscuridad no nos deja saber dónde reside el verdadero punto del impacto.

III. UN INVIERNO INVOLUNTARIO


Keith Waldrop, Transcendental Studies. A Triology (University of California, 2009)

Todas las acostumbradas fases del amor. El miedo a la oscuridad se parece al miedo a los animales. Virando un poco a la izquierda, lejos de calles suburbanas. Profunda emoción.

Puedo predecir desagradables eventos, aunque el miedo al dolor raramente se menciona. Damas con velos en palacios protegidos, intercambiando cartas.

Si fuera posible entender el peligro de caer, sin la experiencia de caer, su efecto manifiesto en el alma. Oculta bajo la manga, la ansiedad.

El sacrificio previsto es eventualmente sostenido en otro sitio. La fotografía puramente imaginaria de la persona cuyo velo se mantiene sobre la mente. Los mensajeros van y vienen.

La voz de una muchacha canta del otro lado de la pared. El sobresalto, el llanto y los movimientos difusos. Padezco un nerviosismo constitucional en cuestión de fuegos.

Sin una visión real del objeto amado. Esparcido sobre sofás, vistiendo ropas indecentes. Marca en tu memoria este insomnio.

IV. TÚ-Y-EL BOSQUE


Gennady Aygi, Field-Russia, trad. del chuvash por Peter Franc.

Te estaba escondiendo enterrándote entonces en la iluminación del bosque como si construyera un nido de ti (no sabía que los dedos y los pájaros estaban tocando y llegando a ser una música que yo desconocía:

tímidamente—ágil al palpar en trémulos coágulos de aire así que—tocar: como si fuera no tocar)

V. PHLOX (Y: ACERCA DE UN CAMBIO)

Gennady Aygi, Field Russia, trad. del chuvash por Peter Franc

a veces—pensamos: amor (y sin embargo sólo hay silencio): parece un círculo único—de luz—y quietud
para nadie—desde hace tanto:
ya—con nosotros—distante!
así que ahora con todo el verano ya
(y todavía más hasta el otoño)
tú—como algo no visto—en la abierta blancura
en el brillo despreocupado!
y viviendo tal vida (si la recuerdo como acción)
mirando acaso ciegamente
sé (como siento las heridas de los niños)
que sí: un poco
al pasar:jugar—a través de la vida
tú—como cierto círculo
(de las distancias como distancia)
como un débil “dios” en la mente (y luego entonces y por consiguiente
ya en la “eternidad”)—eres adorable.


VI. HOMBRES

Lisa Robertson, Men (Book Thug, 2006)

Me dirijo a los hombres
Y a sus caras
Y sin vergüenza

Desde la dulce misericordia cada hombre hace diestras heridas hace
mujeres y el desasosiego y algo de lo que
soy.
Lo que significa abrir hacia arriba hacia los hombres
hospitalariamente para hacer algo sin hechos del espurio
deseo por los hombres desde los hombres más delicados e improbables
desde los amorosos hombres espirituales desde la educación de las
emociones de los hombres devotamente ante quienes no puedo
permanecer
indiferente en tanto hombres.

Hombres, me entristece que debo morir.
Estas son orillas hermosas.

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