viernes, abril 27, 2007

Introspección LV.

Y sentir que las palabras se te acaban para hablar y al intentar escribir las plumas conspiran para que no lo hagas, se vuelven inservibles, los teclados de las computadoras no son reconocidos por el cerebro operacional del aparato y las maquinas de escribir se extinguen.
Verla frente a ti y saber que en la mente estás volviendo a escribir, que todos los conspiradores han osado en tu favor, pero resulta ahora que las herramientas sirven, no puedes escribir, las palabras te son insuficientes para describir tanta belleza.
Entonces comprendes que tu soledad acaba cuando la ves sonreír, cuando te toma de la mano o simplemente cuando pregunta ¿cómo estás?, pero también sientes que si existe Dios o algo parecido, esa sensación sería lo más cercano a su existencia.
Sólo resta la muerte. Ya nada será mejor en la vida. Ni las alas de un Quetzal se podrían comparar con la armonía y la luz que significa, en tu mundo, la sonrisa de ella.

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