jueves, abril 19, 2007

Introspección LII.

Tenerte a escasos pasos y acercarme a ti y decirte cuánto me gustan tus ideas inconclusas, tus palabras incoherentes y tus frases cotidianamente dulces.
Irnos lejos un día, de todos, de ti y de mí, para reencontrarnos en algún valle, quizá en una planicie, o tal vez en la punta de la mujer dormida, y en el recalcitrante frío buscarnos los cuerpos y cubrir nuestras penas con el calor que emane de esa unión.
Y regresar al mundo de siempre y sabernos superiores y eternos, porque hemos sobrevivido. Porque sabemos a que sabe el amor sabor naturaleza.

No hay comentarios.: