viernes, marzo 31, 2006

Certezas.

A Pedro Ángel, con mi admiración.

Cuando te conoció, Lizbeth,
cuando él te besó.

No le cupo ninguna duda,
andaba en busca de certezas,
pensó que en tus labios las había hallado.

Hoy que estás lejana como nunca
y cercana como siempre.
Encontró la razón de sus desvelos:
sólo cuidó las cenizas que le regalaste
al quemar sus entrañas.

Podría decir, simplemente,
que escribo este poema
pensando en ti Horacio,
pero sería estúpido.
Sólo me adueñe de un par
de palabras tuyas,
para escribir con las zozobras
de mi corazón el sentimiento
que me causó haber
conocido a Bronwyn.

  

2 comentarios:

CadávEr Muerto dijo...

Me dan miedo las certezas de la vida y la muerte, pero sobre todo las del amor... cosa de locos el amor. Hedonismo para tod@s, pero sin certezas... eso ya quedó atrás. Saludos.

PD: ¿Y la revista Paréntesis? Acá sólo llegó el primer número, y no hay librería de CONACULTA aquí... eso apesta.

Anónimo dijo...

ay mi amor, de la unica cosa que yo tengo la certeza, es de que te tengo y que te quiero. Todo lo demas es una mentira.
Como siempre, tus poemas deliciosos.
Gracias