Tú,
lejana diurna
yo,
eterno y cercano cobarde.
Mis ojos artificiales,
son los telescopios con que te contemplo
cuando estás mirando a cualquier planeta.
De día imposible tocarte,
por la noche te recorro con mi fugaz mano,
y miro con detenimiento,
los astros de tu cara.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario