Noviembre lleva dos horas,
sigo esperando la presencia espiritual
de espíritus vigilantes.
Hoy los muertos vuelven,
se alimentan,
luego nada paso.
Una hora más de noviembre,
empiezo a ser digerido
por un túnel luminoso sin final.
Dos presencias, matriarcas
toman mi mano, después no respiro.
No es tu hora.
Sólo queríamos saludar.
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